SEMANA 23: Constituciónes de 1832 a 1886 y los presidentes radicales

 

Constituciones de 1832 a 1886 y los presidentes radicales



 A continuación, conoceremos algunos de los principales puntos promovidos por dichas constituciones


“Constitución de 1832
·         Se le dio al estado el nombre de Nueva Granada.
·         Se continuó la división con las tres ramas del poder: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
·         Al frente del Ejecutivo estaban un presi­dente y un vicepresidente que serían elegidos para un período de 4 años. No podían ellos, lo mismo que las cámaras, ser reelegidos inmediata­mente.
·         En el Legislativo los senadores estarían por un período de 4 años y los representantes durarían 2 años.
·         El Poder Judicial integrado por la Corte Suprema de Justicia estaría en su cargo el mismo tiempo que el presidente: 4 años.
·         El territorio se dividió en provincias.
·         Solo los que eran propietarios podían votar.
·         Como presidente se eligió a Francisco de Paula Santander, que aún estaba en destierro y como vicepresidente quedó José Ignacio de Már­quez.
·         Como límites del territorio se establecieron los mismos del virreinato.

Constitución de 1843
·         Esta constitución se dictó bajo el período presidencial de Pedro Alcántara Herrán; se quiso con ella fortalecer el centralismo, lo mismo que el Poder Ejecutivo.
·         El presidente elegía los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
·         Se suprimió el Consejo de Estado que antes era auxiliar del presidente.
·         Sólo podían votar los ciudadanos hom­bres mayores de 21 años que poseyeran rentas y que supiesen leer y escribir.
·         El territorio fue dividido en provincias, cantones y distritos parroquiales.
·         El presidente de la República tenía todo derecho para libre nombramiento y remoción de los gobernadores y los agentes diplomáticos.
·         Aún se conservó la esclavitud y solo se consideraban granadinos, los hombres libres por nacimiento o libertos.

Constitución de 1853
·         Esta Constitución se creó bajo el gobierno de José Hilario López y fue sancionada durante la presidencia de José María Obando.
·         Se proclamó el sufragio universal, es de­cir la facultad de votar todos los ciudadanos ma­yores de 21 años, sin distingos de ninguna clase.
·         Cada provincia tenía la posibilidad de ha­cer su propia constitución.
·         Se dio la separación entre la Iglesia y el Estado, aceptándose el divorcio y el matrimonio civil.
·         Se acabó definitivamente con la esclavi­tud.
·         Descentralización total del gobierno.
·         Reducción de los poderes del Ejecutivo.
·         Proclamación de las libertades absolutas.

Constitución de 1858
·         Se dictó esa Constitución bajo el gobier­no de Mariano Ospina Rodríguez y marcó el triunfo de los liberales radicales en el Gobierno.
·         Le dio el nombre al país de Confedera­ción Granadina.
·         Se suprimió la vicepresidencia.
·         Cada estado votaría por su propio go­bierno.
·         Un Congreso nacional conformado por todos los estados legislaría para la confederación.
·         Continuó con la separación de la Iglesia y el Estado.



Constitucion de Rionegro (1863)
 
Para 1860, los gólgotas liderados por Tomás Cipriano de Mosquera, reaccionaron contra el presidente Mariano Ospina Rodríguez. Hubo condiciones que ayudaron a que este triunfara: las reformas liberales de 1850 habían bajado el nivel de vida de campesinos y artesanos; estos últimos habían abandonado sus talleres y habían regresado al campo para no morir de hambre. La guerra civil de 1860-1861 hizo que muchos campesinos abandonaran al campo por lo cual cesó la exportación del tabaco, clave para economía del país.

Finalmente, en 1861, Mosquera se tomó el poder y aplicó medidas drásticas para remediar la pésima situación económica del país.

Mosquera procedió a expropiar los bienes de la Iglesia por medio de un decreto llamado “desamortización de manos muertas”. Fue así, como el Estado tomó posesión del dinero de la Iglesia y de sus propiedades en el país. Pero estas tierras no fueron dadas a los campesinos ni pequeños propietarios. Por el contrario, fueron vendidas a bajo precio a comerciantes y terratenientes, aumentando así la cantidad de latifundios.

En 1863 se promulgó la Constitución de Rionegro, un verdadero triunfo del liberalismo radical. Lamentablemente, esta logró sembrar el desorden en la conducción del país. Por ejemplo, defendió el libre cambio a ultranza, permitiendo que cada cual hiciera lo que quisiera en materia económica, ya que la única función del Estado era defender las libertades individuales y no planear la economía general del país.

Esta constitución defendió las siguientes tesis:
Libertades: expresión, imprenta, desplazamiento, enseñanza, culto, asociación, posesión de armas, creación de negocios y de profesión.
Prohibición de la pena de muerte.
Libertad individual: el único límite era la libertad del otro.
Función del Estado: mantener el orden público para defender los intereses individuales.
Propiedad ilimitada de la persona.
Período presidencial de dos años.
Separación de Iglesia-Estado.
Institución del sistema federal y autonomía para los Estados (antiguos departamentos).
Nombre del país: Estados Unidos de Colombia.
Los Estados eran: Magdalena, Bolívar, Santander, Antioquia, Panamá, Boyacá, Tolima, Cundinamarca, Cauca. Este último incluía toda la costa Pacífica y la región del Amazonas.

La aplicación de esta Constitución creó un verdadero caos en el país porque se basó en tres grandes principios que resultaron ser inconvenientes: federalismo a ultranza, libertades individuales ilimitadas y prohibición al Estado de intervenir en la planificación de una economía nacional.

Los presidentes de este período llamado el Radicalismo (1864-1878) permitieron que las buenas intenciones de la constitución se deformaran para aumentar el poder de algunos a costa de la mayoría. Al no poder intervenir en la planeación económica, el Estado se volvió la presa fácil de los más vivos que se aprovecharon para explotarlo con el fin de aumentar su riqueza particular. El Estado estaba quebrado y no tenía dinero para pagar a los empleados públicos ni para construir vías de comunicación. La economía se volvió un caos ya que no se podía planificar una economía nacional: cada Estado desarrollaba su propia economía de acuerdo a los intereses de los más fuertes quienes los gobernaban.

Por otra parte, al permitir el uso de armas libremente, se formaron grupos armados que hacían pequeñas guerras entre sí. La política librecambista trajo grandes beneficios a los comerciantes, pero estancó el desarrollo del país. Los presidentes radicales quisieron construir vías de comunicación para desplazar la mercancía fácilmente: se mejoraron los caminos y se construyeron ferrocarriles. Pero estas vías estaban destinadas a la exportación y por ende no unían internamente al país.




Algunas consecuencias del período 1832 a 1886 [1]
Creación de los partidos políticos:
     Los partidos políticos se crearon a mediados del siglo XIX. En 1848 Ezequiel Rojas esbozó el programa del partido liberal. Al año siguiente, 1849, Mariano Ospina Ro­dríguez y José Eusebio Caro redactaron el pro­grama del partido conservador.

El Libre cambio
     Para los primeros años de la República sur­gieron dos posiciones frente al problema econó­mico del país.
     Algunos, viendo que la economía descansa­ba en la agricultura, la ganadería y la minería, desearon intensificar el desarrollo de la indus­tria nacional pero encontraban una gran dificul­tad al ver que los productos nacionales poco podían competir con los importados; por lo cual abogaban por colocar trabas y barreras al comercio extranjero con el fin de proteger la industria naciente. A quienes tenían esta política se les denominó proteccionistas.
Estos proteccionistas buscaban sostener las manufacturas nacionales, pero sin elevar los pre­cios, de tal manera que fueran asequibles al con­sumidor.
Otra corriente buscaba la implantación del libre cambio absoluto, es decir la posibilidad de traer al país cualquier tipo de mercancía, y cifrar el desarrollo económico interno en la agricultura y la minería, aunque no se apoyara ni se desarro­llará la industria; el ferviente impulsor de esta idea fue Florentino González, quien había estu­diado en Europa y a su regreso trabajó en la Ha­cienda Nacional. El consideraba que no se debía olvidar el verdadero objetivo de nuestra econo­mía, agricultura y minería; con el dinero obteni­do en ellas se podría traer al país todos los demás productos industriales; esta teoría había sido traída de Inglaterra a quien le interesaba vender sus productos.
     La primera posición proteccionista era justa, buscaba el beneficio del país y su desarrollo inte­gra; la segunda, librecambista llevó a la destrucción de las pocas industrias nacionales y a la quiebra de las manufacturas del oriente de la Nueva Granada.
     Al recordar el motivo de la guerra de 1854 entre gólgotas y los draconianos encontramos que su raíz se hallaba precisamente en la di­ficultad de conciliar estas dos posiciones.
A los gólgotas, comerciantes, obviamente les favorecía el librecambio y defendieron hasta el fin las teorías de Florentino González.
    Los draconianos, manufactureros y artesa­nos, buscaban la protección a sus pequeñas industrias y para lograrlo, la única manera era reintegrar el comercio exterior como medio de salvaguardar sus propios intereses.

DIVISIÓN IGLESIA - ESTADO
    Ya hemos dicho que los primeros treinta años de la República fueron tranquilos y prácti­camente continuación del sistema colonial; hasta ese momento se aceptó el Patronato Real, la Iglesia continuó monopolizando la educación y poseía la tercera parte de las tierras del Estado.
    Durante el mandato de Santander se propagó la filosofía utilitarista a través de los libros del pensador inglés Bentham, que procuraba el bie­nestar personal; la moral quedaba reducida a una cuestión aritmética: "El ingreso es el placer, el egreso es el dolor".
      A los pocos años, tras la conspiración de Bo­lívar, se prohibió la difusión de las ideas de Ben­tham, aduciendo que su base ética era contraria a la religión católica y llevaba al individualismo.
     Esta fue la primera manifestación de un con­flicto que duraría gran parte del siglo XIX, sobre si la Iglesia o el Estado debían manejar la educa­ción y bajo qué valores.
     A partir de 1851, principalmente, el liberalis­mo dictó una serie de leyes que directamente te­nían que ver con las relaciones entre la Iglesia y el Estado, algunas fueron:
     Se dio fin al Patronato Eclesiástico (15 junio 1853).
     Aceptación del divorcio y matrimonio civil (20 junio 1853).
     Se permitía el funcionamiento de las co­munidades religiosas a excepción de la Compañía de Jesús (9 mayo 1851). Inspección o tuición de cultos (20 julio 1861).
     Era necesario poseer un permiso del go­bierno para leer los documentos ponti­ficios.
     Abolición de los diezmos.
     Libertad de enseñanza (1853).
     La medida que más debilitó el poder de la Iglesia consistió en la desamortización de sus bie­nes, lo que quiere decir que las comunidades reli­giosas debían entregar todas sus propiedades de las ciudades y de los campos al Estado, excepto los lugares destinados al culto, o al servicio de la comunidad, como residencias de religiosos, terre­nos destinados al servicio público, hospitales, etc.
    Todos estos bienes se llevaron a subastas pú­blicas.
    Ante esta situación el clero reaccionó y qui­so enfrentarse excomulgando a los causantes de tales medidas, cerrando las Iglesias y no adminis­trando los sacramentos; pero el gobierno dictó una ley mediante la cual se disolverían las comu­nidades religiosas que no acataran estas reformas.
    Tomás Cipriano de Mosquera, máximo expo­nente de esta medida política anticlerical, se ba­saba en los siguientes puntos para afianzar sus ideas:
    La intervención de religiosos en política perturbaba la paz pública.
    La utilización de los dineros adquiridos por este medio, serían para el bienestar social.
    En general, esta medida favoreció a los co­merciantes, grandes propietarios y políticos que se hicieron a estos bienes; no se trasformó en nada la estructura agraria, sólo se llevó a cabo, un cambio de dueño.
    Se buscó también, al acabar con tanta rique­za y tanta pompa por parte de la Iglesia, el retor­no a lo sencillo y al cristianismo primitivo.

El problema de la esclavitud
    El Congreso de Cúcuta decretó la libertad de vientres y prohibió la trata de esclavos.
    Pasaron 30 años más para que el 21 de mayo de 1851 se declarara definitivamente la libertad de los esclavos


    Con la libertad de los esclavos surgió un pro­blema: ¿quién trabajaría los latifundios?
    Si analizamos un poco, la forma más genera­lizada en nuestro territorio era el trabajo de los latifundios, donde un grupo de esclavos negros cuidaban de las plantaciones, por eso al darse la libertad de estos, los latifundistas se resintieron al considerar que su situación se iba a volver in­sostenible y les iba a llegar toda suerte de difi­cultades. De ahí que el motivo de la guerra civil de 1851 fue la abolición de la esclavitud.
    Poco a poco el latifundista fue sorteando su crisis y mediante el trabajo asalariado solucionó el problema de la abolición de la esclavitud, sal­vando su gran extensión de tierra y afianzándose en su propio sistema.
    El esclavo, con las nuevas medidas que se dictaron, recuperó su libertad personal, pero poco solucionó sus problemas económicos: pasó a engrosar las filas de la mano de obra asalariada que para conseguir lo necesario para su subsis­tencia debió seguirse sometiendo a una paga que en poco lograría satisfacer sus necesidades.


[1] BONNET, Vélez Diana. Pág. 165
  

PRINCIPALES PRESIDENTES DE ÉSTE PERÍODO:
Francisco de Paula Santander quien gobernó de 1832 — 1837 y quien se preocupó por la educación pública y por restablecer la Hacienda Nacional; por su respeto a la Cons­titución se le llamó El Hombre de las Leyes.
José Ignacio de Márquez afrontó la guerra de los conventos y canceló la deuda con­traída durante la Gran Colombia.
Tomás Cipriano de Mosquera gobernó cuatro veces el país; la primera a nombre del partido conservador y las otras a nombre del partido liberal. Hizo muchas reformas entre otras la creación de la Constitución de 1863, En su último gobierno se declaró dictador y fue exiliado.
José Hilario López dictó medidas en contra del clero y estableció definitivamente la libertad de los esclavos.
José María Obando fue considerado autor intelectual de la muerte de Sucre; durante su gobierno los liberales se dividieron en dos bandos: gólgotas y draconianos.
José María Meló propugnó un golpe de estado en 1854.
Maria Ospina Rodríguez permitió el regreso de los jesuítas al país y Mosquera inició en su contra una sublevación.
Manuel Murillo Toro fue un hábil estadista, se interesó por las comunicaciones y por la Hacienda Nacional.

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